Hace pocos meses en nuestro país vecino, Francia, se
prohibía por ley, el envío de correos electrónicos por parte de los superiores
jerárquicos, fuera del horario laboral. Con un objetivo claro, la desconexión
laboral de los trabajadores, cuando su jornada ya ha terminado. Lejos de
adaptarnos a la modernidad y al avance en esta materia, el nuevo hobbie de los
Directores de Zona es incrementar de manera sustancial, el envío de correos
electrónicos (hasta 16 hemos llegado a contar en algunos días), con horas de
salida en muchos casos, después de terminada la jornada laboral, e incluso los
festivos.
Como en todo la vida, los excesos son malos, y este
tema no es una excepción. El excesivo abuso de envíos de correos electrónicos,
con el fin de mejorar el seguimiento, el control, y la eficiencia de los
receptores de los mails, puede provocar justamente el efecto contrario al
deseado. Alguien que recibe más de 10 correos diarios de su superior, a los que
habría que sumar el resto (clientes, departamentos centrales y operativa propia
de la oficina), puede dedicar demasiado tiempo a responder y rellenar
reportings, tiempo que no estará dedicando a tareas que pudieran resultar más
productivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario