martes, 15 de marzo de 2016

NEGOCIACIÓN CONVENIO COLECTIVO DE AHORRO

En el día de ayer se mantuvo una nueva reunión de la mesa de negociación del Convenio Colectivo de Cajas de Ahorro, con una concesión inconcebible a la patronal, y no es otra que la suspensión del abono de la parte variable del plus convenio, que debiera cobrarse con la nómina de marzo. Esta concesión (que requiere firma de la mayoría de la representación, y su posterior comunicación a la Autoridad Laboral), la han rubricado los tres sindicatos mayoritarios (son tres pero parece uno), UGT, CSICA y CCOO. Y luego les molesta que se les denomine el tripartito sindical.

Basan su decisión en que la patronal ha "aceptado" no incluir entre sus pretensiones futuras, la ampliación de la movilidad geográfica hasta los 50 km, dejándola en 25 km. Vamos que entregamos una concesión (la mencionada suspensión del cobro del plus Convenio, hasta que se llegue a un acuerdo), a cambio de absolutamente nada, porque a lo que renuncian, ya lo tenemos. No podrían haberlo aplicado sin acuerdo. También acepta la patronal de Cajas, ACARL, que la ultra-actividad del Convenio se extiende ahora hasta el 30 de junio.

Dicho todo esto, hay que recordar que CIC (Confederación Intersindical de Crédito, confederación a la que pertenece ASIPA), ya manifestó como fecha más favorable de esta ultra-actividad, la del 30 de junio de 2016, y la más restrictiva la del 21 de mayo de este mismo año. Y todo ello, en base a un informe jurídico del profesor Luis Enrique de la Villa, del despacho Roca Junyent. Todo esto ya se puso encima de la mesa negociadora el pasado mes de noviembre, o incluso antes. 

Aún así, CIC estaba dispuesta a aceptar esta suspensión del pago de la parte variable del plus convenio, y solicitó a cambio la eliminación de manera inmediata de la cláusula suelo existente en los préstamos hipotecarios de Convenio, que actualmente se sitúa en el 1,50%. Lo que quiere decir, que muchos empleados están pagando intereses más elevados que el público en general, algo que me resulta realmente paradójico. No podría entender que un empleado de la Volkswagen pagara sus vehículos más caros que los clientes. A esta petición por parte de CIC, se han unido el resto de sindicatos, pero sorprendentemente, lo han pasado por alto, cuando ha sido rechazada por la ACARL, y aún así han decidido firmar el documento.