martes, 28 de marzo de 2017

ERE IBERCAJA 2017. IMPACTO PREVISTO EXTREMADURA

Hoy ha tenido lugar la tercera reunión del período informal, previo al período de consultas, del ERE que Ibercaja pretende aplicar para los próximos dos años. Reunión centrada en la previsión de cierres de oficinas por Territoriales, y como no podía ser de otra manera (no esperábamos menos), el impacto en Extremadura en porcentaje de oficinas a cerrar es el máximo de las seis territoriales. Concretamente se proponen 32 oficinas a cerrar, lo que supone el 26% del total de la red existente en las provincias de Cáceres, Badajoz y Salamanca. Justamente el doble que se prevé se cierren, por ejemplo, en Aragón, donde está previsto un 12%. Como si no tuviéramos ya suficiente en esta deteriorada red de oficinas en los últimos siete años, a Extremadura vuelve a caerle el peor de los pronósticos posible. Del total de las 160 oficinas cerradas, el 20% serían de la Comunidad Extremeña. 

De momento, no se concreta el número de empleados que pretenden salgan de la región, por las diferentes vías que se instrumenten (despidos, movilidad geográfica, o bajas voluntarias), pero si las previsiones son proporcionales al número de cierres previsto, también tendremos el premio Gordo. 

No me cabe duda, de que los números expuestos por la parte empresarial en estos inicios, bajarán conforme se vayan celebrando reuniones, y ni serán 686 los despidos, ni probablemente sean los cierres que se anuncian hoy. Pero si la cosa baja, bajará para todos, y seguirá siendo Extremadura la región más castigada al final del proceso.

Bueno sería, que las autoridades públicas extremeñas, comenzaran a preocuparse por el tema, para al menos, paliar lo máximo posible, las consecuencias que este ERE pueda tener para las poblaciones extremeñas. Cierre de oficinas, poblaciones que se quedarán sin la Caja de toda su vida, empleados que ya no consumirán en la región, porque se tendrán que trasladar a otras, o empleados que simplemente se irán y pasarán a la situación legal de desempleo. Igual algún día tenemos un tren digno, lo que no sé, es si habrá muchas personas que puedan cogerlo.

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