viernes, 30 de junio de 2017

ERE IBERCAJA 2017. TRASLADOS ENVENENADOS

En el día de ayer, se han dado a conocer el cierre de 30 oficinas, del total de 140 previstas y acordadas en el ERE de Ibercaja de 9 de mayo de 2017. De las 30, 7 pertenecen a la Territorial de Extremadura, por lo que aún faltan 13 para completar las 20 que se acordaron en el acuerdo mencionado. Estos cierres han sido un claro ejemplo, de que este ERE traería despidos traumáticos, muy a pesar de la opinión de los sindicatos firmantes (CCOO, CSICA, ACI). Del total de 18 empleados afectados en los cierres, 10 han sido trasladados fuera de la Comunidad Autónoma, 5 de ellos a Madrid, y 5 a Aragón. De estos 10 traslados (ofertas de puestos de trabajo según los sindicatos firmantes), varios quedarán en las listas del paro, porque su situación familiar les va a impedir marcharse a más de 700 km de su residencia familiar.

ASIPA no firmó este ERE, porque no se garantizaban los puestos de trabajo, porque a pesar de que se hayan apuntado al ERE 650 empleados, y vayan a tener que rechazar hasta 150 solicitudes, estos traslados envenenados van a suponer no uno, sino varios despidos, que aunque legalmente sean de carácter voluntario, para mí son claramente forzosos, además de premeditados.

No me gustaría dejar en el olvido, y por ello, hago una mención especial aquí, a nuestros compañeros de Valladolid y Palencia, donde con 3 cierres de oficina (dos en Valladolid y uno en Palencia), han sido afectados otros 18 empleados, siendo trasladados en su mayoría a la zona de Aragón. Parece ser, que para estos compañeros Madrid está demasiado cerca, y de esa manera no se plantearían el dejar la Entidad. Si esto no son despidos dirigidos y traumáticos, que me digan que es lo que son. Poblaciones como Benasque, Sabiñáñigo, Ainsa, Fraga, Biescas... todos ellos a 500 km o más.

De las 10 oficinas cerradas en Aragón o Rioja-Guadalajara, todos los empleados afectados se han quedado en la misma plaza. No han ni utilizado los traslados a 35 ó 50 km que les permite el acuerdo. 

jueves, 8 de junio de 2017

BANCO POPULAR. GRAN INCERTIDUMBRE PARA SUS EMPLEADOS.

En el día de ayer se anunciaba la adquisición de Banco Popular, por parte del Santander, por el precio simbólico de 1 euro. Con unas necesidades de capital de 7.000 millones de euros, que el Banco de Santander aportará vía ampliación de capital. En breve, el Banco Popular será historia, ya que ni sus carteles quedarán como marca corporativa. Quedando para otro debate si la actuación de los mecanismos de supervisión han sido lo suficientemente eficaces, si la cuota de poder del Santander debería ser investigada por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia... lo que queda realmente en el aire, es el futuro de los miles de empleados del Banco. Si en condiciones de no inviabilidad del Popular, ya se iban a destruir 2.600 puestos de trabajo, ahora se intuye que será mucho peor, ya que existe gran solapamiento en diferentes territorios, así como unos servicios centrales, que pudieran ser amortizables, al menos, esto afirman algunos diarios de reconocido prestigio nacional. 

Pero en todo este ambiente de incertidumbre, resulta especialmente paradójico e injusto, como acabarán los empleados accionistas del Banco Popular. Paradójico, porque por la vía judicial algunos accionistas igual podrían recuperar algo, pero esta vía, difícilmente será utilizada por los empleados del Banco, vamos, algo parecido a lo que ocurre con las cláusulas suelo, que se le quitan a todo el que judicializa la situación, y que los empleados, por el miedo a ir a un juzgado, se quedan con la cláusula. 

El panorama de los 11.000 empleados accionistas del Popular es una condena a la pérdida de todo lo invertido. Aquellas acciones que compraron a 1,25 euros, hoy valen cero. En muchos casos, las acciones se compraron por presiones de "arriba", máxime en la ampliación de 2.500 millones de euros, que supuestamente servirían para salvar al Banco, y de la que no hace ni un año. Miles de euros, que los empleados del Popular, y ojo, muchos familiares y amigos de aquellos, invirtieron gran parte de sus ahorros en una trampa mortal, que ha terminado valiendo cero euros. 

Como decía, muchos empleados fueron presionados desde instancias superiores, ya me estoy imaginando a los Directores de Zona, enviando correos a las 9, 10, 11, 12... a ver cuantas operaciones de suscripción de acciones se habían realizado. Y a quien se le ocurría decir que no disponía de ahorros, se le concedía un préstamo a bajo interés, con la única finalidad de suscribir acciones para la ampliación de capital del Banco. A día de hoy, las acciones valen cero, y el que tenga préstamo deberá seguir pagándolo. 

Y digo yo, las autoridades bancarias nacionales e internacionales, para que están?  Son realmente profesionales? Son de fiar sus informes?