viernes, 29 de abril de 2016

CIERRES DE OFICINA COMO MEDIDA DE PRESIÓN

Hace unos días leía un artículo, basado en una investigación realizada tras la fuerte crisis que sufrió el sector financiero en Islandia, y que se llevó por delante varios bancos y miles de puestos de trabajo. El estudio en cuestión venía a decir la terrible paradoja, de que los peor parados, fundamentalmente desde el punto de vista psicológico y anímico, era los empleados que conseguían conservar su puesto de trabajo. Los empleados que perdían su puesto, fueron consiguiendo otro trabajo, y recuperando la vida que tenían cuando trabajaban en el Banco. Mientras que los empleados que habían tenido la "suerte" de quedarse trabajando, se veían obligados a soportar más presión por tener que realizar el trabajo de los que se habían marchado, además de tener siempre sobre ellos la espada de Damocles del despido. 

La situación es ahora mismo idéntica en España, y particularmente dramática en Extremadura. La situación de los que se ha quedado es idéntica a la que sufren los empleados de los Bancos islandeses, mientras que los que se fueron en situación de prejubilación, aún están que ni se lo creen, parece que les hubiera tocado la lotería. No han corrido la misma suerte, y esta es la diferencia con Islandia, aquellos que tuvieron que marcharse y no estaban en edad de jubilarse anticipadamente, ya que por desgracia las tasas de desempleo en Islandia son sensiblemente inferiores que en España, por lo que encontrar un trabajo parecido al anterior se antoja mucho más difícil. 

Ayer nos comunicó la Entidad el cierre de 3 oficinas en Extremadura, muy pocas, son 133, pero el revuelo que se formó durante el día por todas las oficinas de la región fue mayúsculo. Porque el cierre de una oficina en Extremadura, conlleva en la mayoría de los empleados afectados, la elección entre un traslado a unos 400 kilómetros, o las listas del INEM. Y es de suponer que esto es el comienzo. Como el que no quiere la cosa, entre los cierres y los empleados que se están marchando "voluntariamente" al Plan Madrid, los empleados de la Territorial se han reducido ya en unas 20 personas desde comienzos de año. El camino que se oía por Radio Macuto de los 90 sobrantes va demasiado rápido.

Y para terminar por hoy, e hilando con el artículo anterior, comentaros que el autor de las malas formas para con sus subordinados ya ha sido puesto en conocimiento del Departamento de Relaciones Laborales, quien ya se ha puesto en contacto tanto con la dirección Territorial, como con el acusado en cuestión, para que modere tanto su lenguaje, como sus formas. Espero realmente que así sea, porque hasta la fecha no me consta. La próxima semana nos reuniremos con la Dirección Territorial de Extremadura para intercambiar impresiones sobre la situación que están viviendo los compañeros en nuestra región, especialmente en algún territorio en concreto.

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