Cuando todo parecía indicar, y sobre ese discurso se informaba a la plantilla, que cuando llegara Ibercaja todo sería mucho mejor, nueva filosofía, una Entidad solvente, y un largo etc en forma de buena nueva que traían los nuevos jefes, volvemos a vivir una realidad verdaderamente desastrosa para la antigua "Caja de Badajoz". Como parece ser que en nuestra provincia sobran oficinas y empleados (allá por el 2008 estábamos entre las primeras cajas en solvencia del sector), ha comenzado un nuevo "Holocausto", y esta vez recrudecido en todo su extensión.
Debido a esos excedentes que manifiesta la empresa, ha realizado ya 28 de los 75 traslados que le permite el ERE firmado el 15 de abril de 2015, cabe recordar que el mencionado ERE, lo firmaron las secciones sindicales de ACI, CCOO, y CSICA, por lo que todo se está haciendo dentro de la legalidad, que no de la buena fe. Pues bien, de esos 28 traslados, unos 14-16 compañeros pertenecían a la antigua Caja de Badajoz, y eso que estamos hartos de oir que nos mentalicemos que Caja Badajoz no existe, que somos todos Ibercaja. Bueno, según para que, tiran de historial, y para lo malo, claro que existe Caja Badajoz. Traslados que en muchos casos son desde la provincia de Badajoz, a localidades como Alcarrás o Aitona en la provincia de Lérida, a Barcelona, a Logroño... Con el claro objetivo por parte de la Entidad de que el empleado pida la cuenta, y uno menos.
En las negociaciones del pasado ERE de abril, ya advertimos algunos miembros de la mesa (pocos), que en materia de movilidad geográfica este acuerdo era un cheque en blanco para trasladar/despedir sin justificación alguna. El tiempo nos está dando la razón.
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