sábado, 29 de octubre de 2016

TOTALITARISMO BANCARIO

No hace falta irse a Venezuela, para poder observar en el sector bancario actual, verdaderos actos de totalitarismo propios de otros regímenes o de otras épocas. Basta con elegir un banco, y buscar en la lista de sus directores de zona, para comprobar que en algún caso, se aplican métodos, que para el siglo XXI, los hubiera firmado el mismísimo Cardenal Mendoza en la serie Águila Roja. Hace aproximadamente un año, el "cardenal" esta historia, que realiza sus fechorías por una seca y cálida zona del territorio nacional (y no es Extremadura, que quede muy claro esto), se despachaba de esta forma hacia sus "feligreses", que para este caso son los directores de oficina a su cargo:

"¡A por ellos!, ¡no me sirve ninguna excusa, hay que hacerlo como sea! ¿cómo es que hay oficinas con las luces apagadas a las 8 de la tarde?, ¡tenemos que ser talibanes!, ¡hay árboles que crecen y otros que se talan!, ¡con el ERE puedes acabar en...!, ¡si no te da tiempo, el día tiene 24 horas!, ¡hazme una lista de quien no esté dispuesto a ir por las tardes en tu oficina!, ¡el lunes despedíos de vuestras familias hasta el viernes, no es una opción no hacerlo!, ¡te tengo fichado para el ERE de 2016!, y un largo etc de improperios."

Estos hechos, junto a la mala costumbre de nuestro particular cardenal, de convocar reuniones para los viernes por la tarde, fue denunciado ante la Santa Sede, para que tomara cartas en el asunto. Pequeño tirón de orejas, se dejaron de convocar las reuniones los viernes (se convocaban otras tardes), y las formas, amenazas e insultos continuaron, sin que el Cardenal en cuestión fuera degradado a sacerdote, o relevado de su cargo. 

La última lindeza de este "líder" de las finanzas, se produjo en una de sus enérgicas reuniones con sus directivos subordinados, donde en una desafortunada decisión, decidió lanzar un botellín de agua sobre la mesa, con el agravante de que la botella acabó golpeando a uno de los asistentes a la reunión. Este hecho, que podría ser una mera casualidad, coincidencia... ha sido presenciado por numerosos testigos, y la propia Santa Sede tiene conocimiento de ello. Espero y deseo, que en esta ocasión el Cardenal de la película, acabe no como sacerdote, sino como simple monaguillo, o mejor aún, incluido en ese ERE que no se produjo en 2016, pero que sí que parece va a producirse en 2017. 

Aunque esto pareciera un relato de esos que dicen "basado en hechos reales", es desgraciadamente un hecho real, muy real en el sector financiero, y que como he dicho al principio no ha ocurrido en Extremadura.

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